Las primeras revisiones de mi bebé

Mamitas, a veces no sabemos qué vacunas darle a nuestros pequeños y tenemos que estar detrás del doctor todo el tiempo y algunas veces no nos dan la información completa, por lo que a veces es un poco confuso. Aquí te orientamos un poco más acerca de cuál vacuna le toca, cómo darlo y cuándo le tocaría, así estarían un poco más tranquilas si conocieran  las respectivas vacunas y revisiones que le tocan al bebé en su primer añito.

Desde que el bebé nace su salud es una de nuestras principales preocupaciones: su peso, las vacunas, si todo ha ido bien en el parto… Te contamos las pruebas que se le hacen al bebé durante los tres primeros meses de vida.

En los 3 primeros meses:

El primer examen médico del bebé es al nacer: se llama test de Apgar. En apenas un minuto de vida se valora:

  • La frecuencia cardiaca y la respiración del bebé.
  • Su tono muscular.
  • El color de su piel.
  • Su respuesta a los estímulos externos.

Estas variables nos dan una puntuación de 0 a 10 y su resultado nos informa de cómo ha llevado el bebé el trabajo de parto, si respira correctamente o si necesita una ayudita. Una puntuación de 7 o más indica buenas condiciones; entre 4 y 6, probablemente necesita algunas maniobras para ayudarle a respirar; y por debajo de 3 requiere reanimación.

Tras el test se le pesa, se mide su altura y el perímetro de la cabeza. Lo normal en un niño nacido a término es pesar entre 2,500 y 4,500 kg, medir entre 48 y 52 cm y tener un perímetro craneal de unos 35 cm.

Para terminar, se le echan unas gotitas en los ojos para prevenir la conjuntivitis. Ahora sí, su primer reconocimiento ha concluido y puede, por fin, descansar con mamá.

A partir del cuarto día: en el centro de salud

La primera visita al centro de salud es después de cuatro días para la segunda prueba del talón.

Los resultados llegarán en el siguiente mes y nos indicarán si el niño tiene fenilcetonuria, una enfermedad metabólica que tratada a tiempo tiene muy buena evolución y no deja ninguna secuela. Su incidencia, además, es muy baja.

A los quince días: cuarto reconocimiento médico

Dentro de las dos primeras semanas de vida, es normal que pierda peso tras el nacimiento, pero su aspecto físico puede informarnos si evoluciona o no correctamente.

Su cordón umbilical. Comprueba si se seca bien y si está a punto de caerse.

Si el color de piel es amarillento, el pequeño puede tener ictericia, es decir, quizá esté teniendo problemas para eliminar bilirrubina.

En cuanto a su tono muscular,  la movilidad y los reflejos básicos del recién nacido son tres aspectos que el pediatra revisa para saber que todo va bien.

Al mes, primer contacto con el pediatra

Es la primera toma de contacto con el pediatra. Se trata del inicio de una larga relación en la que la confianza y la comunicación son muy importantes. Además de las exploraciones físicas, nos dará consejos para crear unos hábitos saludables de vida y un ambiente positivo y alegre tanto para el bebé como para nosotros. Empieza realizándole algunas exploraciones comunes a todas las visitas y otras particulares:

Aunque ya le tomaron las medidas al nacer (peso, talla y perímetro craneal), el médico las seguirá tomando durante todo el primer año. Con ellas vamos construyendo la gráfica de evolución de nuestro hijo y viendo su desarrollo en comparación con los niños de su misma edad.

Le vuelve a realizar la misma exploración física completa que hizo el pediatra hospitalario, por si hubo algo que no detectó o hubiera surgido alguna dificultad.

El pediatra mira el fondo del ojo del bebé para descartar, sobre todo, cataratas infantiles. También comprueba el reflejo fotomotor del bebé: enfoca una luz cerca para comprobar que cierra los ojos.

Para descartar o detectar precozmente problemas de audición, hace un ruido fuerte para ver si el bebé reacciona.

 A los dos meses: las vacunas

Además de los aspectos físicos, examina si responde a los estímulos. ¿Sonríe? A esta edad, el bebé ya lo hace. Se trata de la sonrisa social que nos informa, entre otras cosas, de su interés por relacionarse con los demás. El pediatra nos da algunas pautas para estimularle sensorialmente: jugar con él, hablarle, acariciarle…

Parte de la visita se centrará en analizar la información que le damos nosotros, que estamos todo el día observando al niño. Lo normal es que esta información vaya saliendo a lo largo de la conversación; y si no, nuestro pediatra puede preguntarnos directamente: ¿duerme bien, muchas o pocas horas? ¿Llora a menudo, a última hora de la tarde, todo el día, nunca…?

A los dos meses se administran las vacunas según el calendario. Normalmente, al nacer recibe la vacuna de la hepatitis B en el hospital. Y, a los dos meses, la segunda dosis de la Hepatitis B,

Una trivalente con la Difteria, el Tétanos y la Tos ferina.

La vacuna de la Polio. Dos vacunas contra la Meningitis, la Haemofilus y el Meningococo C.

A los cuatro meses

Aunque lo ideal sería continuar con la lactancia materna hasta los seis meses o, al menos, alimentarle exclusivamente con leche ya sea materna o artificial también hasta los seis meses, algunas mamás empiezan a introducir nuevos alimentos en la dieta del pequeño cuando cumple cuatro meses. El pediatra nos dará todas las normas básicas para que lo hagamos poco a poco.

 

Antes de hablar de estos temas, le hará al niño los controles de rigor (antropometría y examen físico completo), y comprobará su desarrollo psicomotriz:

Si tumbado boca arriba tiramos de sus brazos, ¿se incorpora con facilidad y su cabecita ya no se va hacia atrás?

Cuando está boca abajo, ¿se incorpora con los antebrazos?

Al ponerle de pie en una superficie dura, ¿aprieta con fuerza sus pies contra la superficie?

¿Ya se ríe a carcajadas?

El pediatra le administrará la segunda dosis de todas las vacunas anteriores, exceptuando la de la Hepatitis B, si se puso en el momento de nacer.

A los seis meses

A la revisión de los seis meses acudimos con la lección aprendida:

Le pesan y miden su altura y perímetro craneal (lo apuntamos).

Le hacen de nuevo el examen físico completo.

Le ponen su tercera dosis de vacunas: las mismas que a los dos meses excepto la del Meningococo C, cuya tercera dosis será ya a los 15 meses.

Una vez más, el pediatra comprueba el desarrollo psicomotriz del niño: ¿Agarra ya lo que le ofrece su pediatra? ¿Puede tener una cosa en cada mano? ¿Se coge los pies cuando está boca arriba?

Nuestro pediatra nos informa sobre accidentes comunes a esta edad. Los enchufes, bañeras y objetos pequeños son, en esta etapa, potencialmente peligrosos para nuestro inquieto bebé.

Si hemos optado por la lactancia exclusiva hasta los seis meses, ha llegado el momento de comenzar con la alimentación complementaria. El médico nos informará sobre cómo introducir los nuevos alimentos y siempre podremos preguntar las dudas en cualquiera de las revisiones pediátricas.

A los 10-12 meses: Primeras palabras y primeros pasos

Si aún no gatea con soltura, el pediatra puede sospechar ciertos problemas en su desarrollo. A los doce meses debe mantenerse en pie, y dar algunos pasos, con o sin apoyo, según el niño. Por otra parte, ¿dice ya alguna palabra? ¿Le interesan los objetos pequeños y los coge con dos deditos? ¿Dice adiós con la mano?

Consejos del pediatra

Nuestro miedo a los accidentes no puede limitar el desarrollo de nuestro hijo, así que de nuevo el pediatra nos informará sobre los posibles accidentes.

También nos explicará cómo incorporar al niño progresivamente a la mesa y nos adelantará algunas de las cosas que probablemente ocurrirán en el segundo año de vida.

Aunque las visitas del primer año las seguimos a rajatabla, a partir del segundo nos sentimos seguros y acabamos llevando al niño al médico solo cuando se pone enfermo. Pero no hay que relajarse. Los especialistas lo tienen claro: las revisiones puntuales son la mejor medida preventiva.

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